Un nuevo estudio indica que las chuparon la sangre de los dinosaurios con plumas hace 99 millones de años.

Los hallazgos se basan en muestras de ámbar de Myanmar. En uno de ellos, una queda atrapada en la resina endurecida junto con una pluma de un dinosaurio que vivió durante el Período Cretácico.

El ámbar es una gema de origen orgánico que procede de la resina endurecida y fosilizada de ciertos árboles. La resina se endurece primero por la pérdida gradual de componentes volátiles, para convertirse en Copal, el cual posteriormente sufre una perdida mayor de estos componentes durante su enterramiento en los sedimentos para convertirse en ámbar.

El nuevo descubrimiento muestra restos de dinosaurio emplumados y una garrapata en el mismo bloque de ámbar, confirmando la relación.

¡No sería mejor que Jurassic Park, recupere el ADN de un dinosaurio emplumado, de una atrapada en ámbar!

La investigación ha sido publicada en la revista Nature Communications.